- Área: 24 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Cristóbal Caro
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Antiguamente el hombre neandertal habitaba en cuevas para refugiarse. La elección de estos habitáculos pétreos, respondía a la mejor orientación para protegerse de los vientos, debía tener con entrada de aire, luz y espacio suficiente para almacenar sus alimentos. Los tiempos han cambiado, pero ciertas necesidades básicas humanas se han mantenido.
El refugio se ubica en Las Trancas, Pinto, en la zona centro sur de Chile. La localidad destaca por su paisaje cordillerano que acoge una alta variedad de deportes extremos.
La obra consiste en un refugio temporal, para una joven pareja de escaladores, amantes del deporte en roca. La principal restricción, era la acotada superficie, pero la habilidad física del usuario permitía aumentar la superficie en sentido vertical, ampliando el espacio con una doble altura. Programáticamente se dio cabida a las acciones básicas y esenciales para habitar por cortos plazos, considerando el espacio mínimo para dormir, comer, asearse y permitir cabida extra a usuarios itinerantes.
Al terreno se accede por un camino sinuoso y boscoso. En el fondo del lote, en un pequeño claro se emplaza el refugio. Tras él, un paredón de altura considerable interrumpe el verde circundante. Este espacio abierto en medio del bosque asegurara asoleamiento, ventilación e iluminación natural. El refugio se eleva con pilotes de madera un metro y medio sobre el terreno natural para evitar contacto con la nieve en temporada de invierno.
Se plantea la idea de una cascara uniforme (muro y cubierta) que envuelve un frontón retraído, jugando con el lleno de madera y vacío acristalado. Este lleno en la fachada principal, replica la verticalidad del muro de roca que se observa en el fondo del terreno. El quiebre asimétrico de la techumbre permite el correcto escurrimiento de la nieve. Interiormente genera mayor amplitud para el altillo que flota sobre el único volumen cerrado.
Espacialmente se identifica un espacio abierto, en la planta baja se organizan las zonas para cocinar, comer, calentarse y trabajar. Sobre la línea de la cocina y el baño, unidos atreves de una pequeña escala vertical si sitúa una plataforma flotante que en cierta parte sobresale para acoger el área de dormitorios.
Para evitar saturar el pequeño espacio, el piso, cielo y muro son revestidos del mismo material.